La solución a la lentitud de Windows en las computadoras no tiene mucho que ver con la potencia del procesador o con la cantidad de memoria RAM, o mismo con la falta de mantenimiento del sistema. El verdadero cuello de botella son los discos mecánicos (HDD) que no han evolucionado para ser lo suficientemente rápidos según las exigencias de los sistemas operativos. La solución es cambiarlos por discos SSD de alta velocidad, con lo que el sistema adquiere una nueva performance más aǵil y rápida que se nota. Se clona el disco HDD al SDD y el sistema queda igual, pero muchísimo más rápido.