Para productos alimentarios polvorientos, granulares, en copos o pasta: harinosos, arroces, granos y granillas, cereales (maíz, cebada, avena, sorgo) soja, copos en general, semillas, legumbres, pasta corta, azúcares, cacao, especias, frutos secos, coco molido, malta, almidones, aditivos para farináceos, bentonita en polvo y demás.