El collar cervical rígido está diseñado para sujetar el cuello y controlar el dolor después de una lesión como el latigazo cervical. Está hecho de plástico moldeado con un forro acolchado extraíble en dos piezas que se sujetan con velcro. El collarín rígido es capaz de inmovilizar casi por completo la movilidad de la zona cervical, gracias a tener más puntos de apoyo.