Al suministrar oxígeno suplementario, ayuda a que la persona pueda respirar mejor y con menos esfuerzo. Reducción de la fatiga: La mayor cantidad de oxígeno en la sangre puede aliviar la fatiga y aumentar la energía. Mayor calidad de vida: Los concentradores portátiles permiten a los pacientes moverse con mayor libertad y retomar sus actividades sociales y cotidianas. No requieren recargas: A diferencia de los cilindros, los concentradores producen oxígeno continuamente, lo que elimina la necesidad de recargas frecuentes y costos asociados.